Pues bien, ese es un enfoque equivocado que no nos hará ningún favor, sino todo lo contrario. En vez de eso deberíamos centrarnos en la parte positiva, porque siempre la hay, y sacar provecho de esa situación.
¿Y qué podemos hacer cuando no tenemos traducciones?
Los principales son nuestra formación, poner en orden nuestros archivos y actualizar nuestro currículo y nuestras páginas sociales, así como centrarnos en nosotros mismos y en nuestra salud mental y física.
Veámoslo con más detalle. Estas son las pequeñas cosas que podemos hacer cuando tengamos tiempo libre y que marcarán la diferencia:
1. Formarnos. Asistir a conferencias. Hacer cursos en línea o presenciales.
2. Dedicar tiempo a las redes sociales.
3. Crear o mejorar nuestra página web.
4. Actualizar nuestro currículo y/o carta de presentación, o crear un currículo gráfico.
5. Participar en foros para darnos a conocer en el mundo de la traducción y crear contactos.
6. Buscar nuevos clientes.
7. Hacer nuestras tarjetas de visita.
En las próximas entradas hablaré de cada opción con más detalle. Hasta entonces dejo que vayáis pensando cómo podéis mejorar cada uno de los puntos arriba mencionados.
Hola, me ha encantado tu post. Soy estudiante de TeI y la verdad es que me parecen ideas idóneas no sólo para épocas de sequía sino también para las vacaciones de verano para todos nosotros que aún no hemos acabado la carrera (ya me está dando pánico un mes de agosto demasiado ocioso y, encima, sin demasiado buen tiempo)
Hola, Elena. La verdad es que es buena idea empezar cuanto antes. Así, cuando acabes la carrera tendrás mucho camino recorrido. Como todo, esto requiere tiempo y atención.
¡Mucha suerte!